Antecedentes de la Bulimia

La palabra bulimia proviene del griego y significa «hambre de buey». Generalmente se presenta entre los 18 y 28 años de edad. Al igual que en la anorexia, el 95% de los pacientes bulímicos son mujeres. El significado psicológico de la comida va más allá de sus poderes nutritivos, hay dependencia física y asociación emocional, pues cuando una persona está con hambre hay irritabilidad, inestabilidad e insatisfacción, que desaparece cuando la persona sacia su apetito. Hay algunas personas que desarrollan un significado desmesurado hacia la comida que les ocasiona problemas físicos, sociales, familiares, muchas veces poniendo en riesgo su propia vida.

En la antigua Grecia ya era reconocido este padecimiento, sin embargo sólo fue identificada y descrita como una enfermedad con características propias en 1979 por el psiquiatra inglés Gerald Russell. En la actualidad, según estudios realizados, el porcentaje de la población que padece esta enfermedad es el 7% dándose en mayor medida entre mujeres, es mucho menos frecuente en varones.

A lo largo de toda nuestra historia nos encontramos con abundantes conductas alimentarias desordenadas.

En la antigüedad los banquetes donde se comía y bebía con exageración eran de carácter sagrado pero después, pasaron a tener carácter social. A lo largo de estos banquetes el vómito era un remedio usual para reiniciar la comilona.

En el siglo IX un monje de Monheim hizo referencia a la historia de una joven llamada Friderada que se curó en el santuario de Santa Walpurgis de una extraña enfermedad. Después de un periodo de apetito voraz, Friderada rechaza los alimentos sólidos y vomita los productos que había ingerido.

Después que Galeno describió la «kynos orexia» o hambre canina como sinónimo de bulimia, este término apareció reflejado en los diccionarios médicos de los siglos XVIII y XIX como curiosidad médica.

Durante el siglo XX las primeras referencias a la bulimia nerviosa aparecen en la década de los años 50, a finales de los 70 va ser descrita como el síndrome de purga y atracón o bulimarexia, Russell años más tarde (1979) considera la bulimia como una variante ominosa de la anorexia y el nombre de Bulimia nerviosa se comienza a utilizar como término para definir la enfermedad.

En los últimos años del presente siglo XXI tanto la anorexia como la bulimia nerviosa se han ido incrementando en distintos sectores de la población (principalmente entre adolescentes y las mujeres jóvenes). También se está manifestando en otro grupo del que no se tiene demasiado conocimiento como es el deportista, donde la figura esbelta es prioritaria, (gimnasia, patinaje artístico, ballet, etc.).

Hoy en día la anorexia nerviosa y la Bulimia nerviosa son los trastornos alimentarios más graves que se conocen y el número de pacientes ha crecido considerablemente debido a la creciente preocupación por el cuerpo esbelto de un lado y la abundante oferta de productos alimentarios de otro.

 

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