lunes, 7 de junio de 2010

Yuri en Laredo





Corría 1984 y Yuridia Valenzuela Canseco se encontraba en su mejor momento. Con apenas 20 años, tenía cuatro LPs, había comenzado a triunfar en el espectáculo hispanoamericano desde principios de los ochenta, se convertía en la primera mujer mexicana en recibir un disco de oro en España, tenía dos participaciones en el Festival OTI, una en 1979 donde obtuvo el premio a la revelación, y otra más en 1981 obteniendo el tercer lugar defendiendo “Deja”, de José María Napoleón, además de obtener el premio a la mejor intérprete, pero su consolidación definitivamente la vino a marcar su participación como invitada especial en el Festival de Viña del Mar en febrero de 1984, donde recibió la Antorcha de Plata, premio que entonces entregaba el “monstruo” como llamba la prensa al público, además de quedar en tercer lugar en el aplausómetro de todo el festival tras su interpretación de “Yo te amo, te amo”, su éxito del momento, sólo siendo superada por Sheena Easton y Miguel Bosé.
Cabe mencionar que en esa misma edición del Festival de Viña se presentaron también estrellas de la talla de Miguél Bosé, Massiel, José Luis Perales, y las estrellas verdaderamente internacionales Sheena Easton y el difunto Andy Gibb.
A los pocos meses el empresario Jesús Llanes (¿qué sería de él?) anuncia la presentación de Yuri en concierto en el Centro Cívico de Laredo programada para el 10 de mayo.
Como sus músicos no tenían visa vigente para trabajar en los Estados Unidos, háganme el favor, el concierto fue reprogramado para el 8 de agosto en el Parque La Junta, lo que había sido todo un éxito, al menos en lo que se veía en taquilla porque...
El mero día de la presentación, con un calorón de poca, en plena canícula y con el estadio abarrotado, la misma Yuri, con lágrimas en los ojos y voz entrecortada daba por cancelada la presentación por no cumplir el empresario con requisitos mínimos de producción, los cuales comparados con los requeridos en cualquier concierto de nuestros días eran nada.
A la hora acordada, Yuri se presentó ante el público, enfundada en su internacionalmente famosa minifalda de espejos, la misma con la que había triunfado en Viña y había recibido la Antorcha. Como accesorio portaba una llave como arete, lo que ocasionó que varias niñas bien de entonces, que estaban presentes en el evento, se escandalizaran y la tacharan de naca y pachuca.
El problema se debió a que el escenario era el mismo campo de juego, pero no tenía ni siquiera una tarima, sino que el empresario pretendía que la juvenil estrella cantara y bailara sobre el pasto.
Indignada, Yuri se negó a realizar el concierto, explicando la situación al público, y diciéndoles que no se merecían eso, que debieron haberle puesto aunque fuera un templete, que por respeto al público quien se merecía lo mejor de su artista, no cantaría esa noche, ante las protestas de la enardecida, acalorada y sudorosa audiencia.
Inmediatamente después Yuri acompañada por su comitiva presidida por su madre y representante, Doña Dulce Canseco, mejor conocida como “Mamá Gallo” se dirigieron a las instalaciones del hoy extinto periódico Laredo Ahora, porque hagamos memoria, los otros periódicos de entonces estaban tronados, y dieron una entrevista exclusiva explicando las diferencias que habían tenido con el empresario desde un principio, mismas que seguramente superaron porque Yuri sería contratada varias veces más en el futuro.
Lo cómico de la nota periodística al respecto, fue ver fotografías de Yuri con la minifalda de espejos y a Mamá Gallo ataviada por un abrigazo de mink en plena canícula.
Sin embargo, independientemente de que haya sido naca o no, o que se vistiera como pachuca, Yuri era y siempre ha sido una gran artista, quien no tardaría en mandar a volar a su madre para tener otro representante que al menos la introdujo al mundo del buen gusto y la elegancia, pero esa es otra historia que luego comentaremos. Desde entonces hemos admirado a una de las máximas luminarias del espectáculo mexicano.

1 comentario:

  1. Fotos de recortes de periódico proporcionadas amablemente por Gerardo Figueroa. ¡Gracias un millón, hermano!
    Nótese que en el anuncio publicitario se anuncia a Yuri como "la triunfadora de Viña del Mar".

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