Hace casi casi un año, elegimos un camino. Hasta ahora ha habido muchos momentos buenos y alguno que otro sólo regular, pero parece que el “azar” quiso poner en nuestro camino a uno de los miembros del equipo de AMUS (Acción por el Mundo Salvaje) para darnos de satisfacción de pensar que sin duda, merece la pena hacer lo que hacemos.
El pasado domingo, tuvimos la inmensa suerte de pasar el día en las instalaciones de esta ONG. Parece mentira como un grupo de personas con mucho trabajo, dedicación y sobre todo pasión por lo que hacen, pueden llegar a conseguir lo que ellos tienen… y todo lo que está por venir.
Es inevitable que al recorrer con ellos la rocalla de los buitres, el estanque de las cigüeñas, la UCI, la sala de curas, el refugio del gato montés o la instalación de las “nocturnas”, entren ganas de huir de todo y sumarte a ellos, a luchar por su causa que no es más que la vida misma. Porque la vida en nuestros bosques, roquedos, dehesas pueda continuar.
Desde aquí un profundo y sincero agradecimiento por habernos enseñado lo mejor de vosotros, el resultado de vuestro esfuerzo. Desde ese día, uno de los miembros de nuestro equipo tendrá la suerte de poder contar cómo es la mirada de un Búho Real antes de devolverlo a su sitio, de donde nunca debió salir por culpa de otros como nosotros.
Merece la pena investigar sobre AMUS, merece la pena ir a visitarlos, merece la pena contribuir a su causa y merece la pena sobre todo aprender de ellos, de cómo ellos ven la vida salvaje.
Sabemos que el pequeño granito de arena que aportamos ayer con nuestro drone para el vídeo – junto con Camaleón Film- será el principio de muchas cosas buenas para todos…
Air Drone View 