Este trimestre hemos conocido, trabajado y descubierto la vida y la obra de Berta Piñán.
Uno de los libros que leyeron los niños y niñas del Club de Lectura de la Laboral fue el poemario de Berta titulado «Arroz, agua y maíz»
Siempre que los niños y niñas llevan un libro de poesía para leer en casa, yo les pido que elijan uno de los poemas y que, si quieren, lo reciten en la próxima reunión del Club de Lectura.
A pesar de lo que se puede pensar, la poesía no les asusta sino todo lo contrario: nunca son capaces de elegir una sola poesía, algunos incluso se aprenden de memoria uno de los poemas, lo dramatizan, lo sienten. Es una maravilla ver cómo recitan poesía niños y niñas que, a veces, es la primera vez que se acercan a la poesía.
El pasado sábado 18 de mayo pasó una cosa preciosa, algo que me puso una sonrisa que no se me ha quitado todavía. Cuando los niños y niñas se pusieron a recitar, uno de ellos, Illán, me dijo que él no iba a recitar el poema si no que iba a cantarlo. Yo cogí la guitarra y empezamos a cantar. Los poemas de Berta Piñán se convirtieron entre todos en canciones y de alguna manera se hizo magia y sentimos que la literatura es algo que nos hace sentirnos bien, que la poesía puede ser divertida y que leer es como correr aventuras diferentes, arriesgadas y llenas de belleza.